jueves, 14 de marzo de 2013

Cuento El puerto de Motril


Hace mucho tiempo, en el año 1998, en el puerto de Melilla había una niña llamada Violeta, tenía 12 años,era delgada,tenía el pelo largo y pelirrojo y los ojos verdes.
Estaba muy contenta porque iba al puerto con sus padres, ya que le traía recuerdos de una vez que estuvo allí para ver llegar a los Reyes Magos en Navidad.En esta ocasión lo conocería mejor visitando los muelles y algún barco con sus padres, que eran profesores de naútica.
Durante la visita a uno de los barcos se despistó y se entretuvo curioseando por los camarotes, sin darse cuenta de que había trancurrido bastante tiempo. De repente, notó que el barco se movía. ¡Oh Dios mío!, el barco había zarpado y navegaba rumbo a Motril. Subió a cubierta en busca de alguién que pudiera ayudarla y un marinero llamado Juan la llevo ante el capitán. Er a un hombre apuesto y muy amable, pero no podía ragresar a Melilla hasta dentro de una semana, por lo que la invitó a acomodarse en el barco y ayudarle en su trabajo durante el tiempo que estuviera allí. Fue una experiencia muy interesante, ya que tuvieron que ayudar a unos naufragos y ella estuvo curando a los heridos, por lo que se sintió muy útil.
Lo estaba pasando tan bien que se le pasó la semana volando y de repente no tenía ganas de volver a Melilla, pero allí estaba su familia que la esperaba ansiosa y que estaban muy preocupados.
A raiz de esta experiencia inició una relación muy especial con Motril y por este motivo las dos ciudades quedaron hermanadas para toda la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario